He visto esas miradas de fuego y pasión en otros rostros.
Miradas convencidas, desafiantes; que aún creen, que guardan fe.
He visto sonrisas sinceras y sin miedos dibujadas en los labios de los más jóvenes. Sonrisas desafiantes y altaneras que despliegan la frescura de una flor en lo más alto.
Las observo y me son familiares.
Veo rostros llenos de rabia y belleza; ojos inquietos llenos de dudas que buscan certezas, verdades.
Miradas juguetonas que revolotean de aquí para allá como mariposas en verano antes de morir
Mi sonrisa y mi mirada han menguado …